Nubes

Te dejé ir a la velocidad de la lágrima que marcaba la despedida.
Eso pensé.
Al rato volvió el llanto y tú con él, a recordarme que te quiero.
Sé que no he tenido el valor de decir las palabras correctas y aunque no parezca, me duele.
Me siento culpable cuando mantengo las distancias solo para esconderme.
El amor no es para cobardes y por eso no te merezco.
No  vale mover el cielo para ti y no acompañarte a sentarnos en las nubes.



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