Despierta

 Al fin vencí la inercia de amarte,
el hastío de dar vueltas en bucle,
la desnutrición emocional que provoca fallarse a uno mismo.

Y aunque tengo mis costillas marcadas, un poco de estupor,
miedo, sobre todo miedo, pero no a ti, ni a mi, ni a nadie.
Sino a la sensación nueva que es sentirse viva.
A la libertad que todos sueñan y que puedo saborear.
A ese momento en que abrir los ojos se volvió más emocionante que soñar despierto.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Mascarilla

Shakespeare

Te echo de menos...