Mascarilla

El universo no soportó tu partida,
tu vacío provocó la pandemia.
Ya me acostumbré a amarte en silencio,
guardarlo en secreto, 
vocalizar tu nombre detrás de una mascarilla.

Y pasan los días y tu recuerdo se vuelve humo,
que me fumo junto al café en hora vespertina.
Con los ojos llorozos y una sonrisa quebrada,
admito que eres sinónimo de gratitud en mi vida.


Comentarios

Entradas populares de este blog

Shakespeare

Te echo de menos...