Satín
Se me derretían los sesos, me daba igual. Pasaba tus recuerdos como revistas, de esas amarillas, que no están a favor de nadie.
Envolví mi furia en satín. Así no te das cuenta que hoy ando con la muerte encima, que sigo con los vestigios de tu apatía, que la llama ardiente se volvió asfixiante.
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