Zugzwang

En mis intentos por mantener el juicio, enloquezco y te apunto con mi lengua, con el gatillo de mis ideas cromadas y mi lógica descabellada  de querer dejarte ir.
Ni alfiles ni ninguna reina, protegen al rey que domina mi cabeza.
Escurro las lágrimas de mi orgullo calcinado, vuelvo a ti con la esperanza herida, queriendo recuperar el corazón que ya no es mío, que dejé en tus manos.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Mascarilla

Shakespeare

Te echo de menos...