Ella

Ella se toma el tiempo de visitar...
A veces sus encuentros son extendidos o  se esfuma al instante.

Tiene la costumbre de esconderse detrás de rostros con malas intenciones y confesiones desatinadas que te entrega la desdicha. Odio cuando es hija de un error.

Sus caras varían... Hay días que se vuelve comprensiva y necesaria, otros te amenaza de muerte y te clava sus colmillos en la garganta.

Te abraza, te cobija, sabe escuchar y seca tus lágrimas. Lloras porque ella está a tu lado, deseas que se vaya. Sus brazos cálidos se vuelven un placebo adictivo. Ella nunca dice nada.

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