Funeral

Es delito sepultar un amor vivo que pide a gritos libertad
con mordaza de miedos, cadenas de pretextos y razones sin piedad.
Lloran los presentes, no hay cadáver, se escucha el plañir por el viviente
recuerdan sus hazañas, y pretenden que él no escucha, que no siente

En su lecho de vida, el amor se hace inmune a vanas despedidas
finge dormir eternamente, se hidrata  por  lágrimas de ignorantes.
Mortales, creen que  apagar las luces por la noche es oscuridad
olvidan que el sol va a salir  temprano al otro día.


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