Buscándote
(Dedicado a Joaquín Fernández, desaparecido el 11 de septiembre del 2008)
Amargo es el sabor de la impotencia, agria la injusticia.
En la búsqueda de la verdad nos encontramos con la insípida mentira.
Las preguntas se vuelven más complejas, las respuestas más escazas.
Amargo es el sabor de la impotencia, agria la injusticia.
En la búsqueda de la verdad nos encontramos con la insípida mentira.
Las preguntas se vuelven más complejas, las respuestas más escazas.
Apenas sobrevivimos por los restos de la dulce esperanza que nos mantiene de pie.
¿Si nos rendimos seremos débiles? ¿Si persistimos somos tercos?
¿Si nos rendimos seremos débiles? ¿Si persistimos somos tercos?
¿Quién entiende los misterios de la vida? ¿Quién comprende la maldad de los hombres?
El silencio responde de nuevo y yo aún aquí, con el corazón fragmentado.
Paz... Es lo que necesito, no falsas esperanzas ni un corazón airado.
Recuerdo tu voz y una sonrisa quebrada adorna mi rostro.
¿Dónde estás? No sé si importe saberlo en estos momentos.
Paz... Es lo que necesito, no falsas esperanzas ni un corazón airado.
Recuerdo tu voz y una sonrisa quebrada adorna mi rostro.
¿Dónde estás? No sé si importe saberlo en estos momentos.
No sé que estarías pensando de mí si supieras que te sigo esperando.
¿Te halagarías o te sentirías apenado?
Entiende que no es mi culpa amarte tanto.
Te ruego que entiendas que no me conformo con el engaño.
Te ruego que entiendas que no me conformo con el engaño.
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