Relicario

Mi corazón desahuciado es un relicario que conserva un amor déspota, irrevocable.
Víctima de la intolerancia que una vez fue testigo y ahora se declara culpable.

Ahora camino junto a la multitud, muchos presumen no amar y el vacío los corrompe. 
Yo prefiero callar, aunque todas mis moléculas tengan átomos de un amor inagotable.

No ser correspondido no es el peor castigo, difícil es ¨dejar ir¨  cuando los sentimientos siguen viviendo contigo.

Puedo dejarme llevar por unas horas, pretender que no existes y hacerme de cuenta que mis latidos no suenan: Bam, Bam, Bam. Hacerme el muerto, reír por instinto, gritar a los vientos que es cierto.

La función se acaba luego y me encuentro conmigo, otra vez. Amante y loca, poeta. Cargando la maldición de aquellos que aprendemos a amar, sentir, solo una vez. Esos que se enamoraron un día y les toca cargar esa cruz, sin descanso, hasta que con un  último verso se esfume su vida.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Mascarilla

Shakespeare

Te echo de menos...