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Mostrando entradas de marzo, 2014

Más allá II

Es 24 de nuevo, dolor, frustración, furia... Otro mes que va culminando. Mis páginas siguen en blanco Otro año sintiéndome nada, otra espina clavada.  He cometido errores y en todo  he fallado, hasta en amarte. He perdido todo, ya ni me queda la esperanza. He amado tanto y mi joven corazón ya se siente gastado. Fui débil, lo sé. Pero aún así aprendí a purificarme. Ya hoy nada vale. ni el pasado, ni el presente, ni las promesas, ni tus ojos tristes, ni los pies cansados. Yo camino sobre el vidrio que se incrusta en mi alma, desangra mis sueños, se roba mi sonrisa. Estoy ahogada en el hastío, no entiendo el sentido abstracto de la vida. 

Más allá...

No quiero hablar de amor... Ni mencionar entre líneas que muero por ti. Hoy me miro en el espejo y no me reconozco. ¿ Cuándo fue la última vez que lo hice? Eso ya no importa, sólo sé que hay una parte de mí que no me pertenece y aquella otra mitad, no la encuentro.  ¿Qué soy?  ¿Quién soy?   ¿Soy? Me preguntas si estoy bien  ¿Cómo habré de estarlo? Estoy sin vida, sin corazón, apenas respiro...  No hay nada más que pulmones y un vacío dentro de mí. ¡Ay! No recuerdo cuando llegué hasta aquí, cuando dejé de vivir. Creí que esta muerte me iba a quitar esta tortura,  pero mientras menos vivo, más siento, más duele. Estoy en la inopia, pero el tiempo no se detiene y me escupe por haberme rendido. Hay mucho ruido aquí, juraba que la muerte significaba silencio, reposo y sólo es tortura. Mis fantasmas, aquellos demonios que creí haber enterrado danzan alrededor de este frío ser inerte. Mi alma deambulante intenta empezar de nuevo, pero yo, ya no existo...

Perdida

Todo fue muy extraño... ayer, por primera vez sentí como si una parte de mí se quebró, se murió, o fue aplastada:" Impotencia" así le llaman.  Nunca me había sentido así... El corazón me dolía, literalmente. Puse la mano en mi pecho, para sentir alivio, y no ayudaba. Sentía un daño ahí dentro... Me sentí derrotada por el desamor. Y así me siento... Sola y fracasada... Quizás sólo por un tiempo.  Las voces dentro de mí no están a favor unas con otra, se pelean entre sí. Mientras yo, siento mucho y me siento nada...

En la Inopia

Esos días en los que tengo tantas cosas que decirte,  pero no se me ocurre lo más mínimo.  Ansiedad, frustración, soledad...  Es tan pequeño el trecho entre todo y nada.  Mojo la pluma en mi tintero, doy un gran suspiro  y me conformó con pensar ideas vacías y efímeras,  que se esfuman al mismo tiempo que mi aliento.  Lo siento... No me atrevo a trazar la primera palabra. Le pregunto a mi lámpara sobre ti, ella también calla.  Ni siquiera mi mente hace ruido,  se conforma con unirse al silencio sepulcral que invade mi habitación.