Covid-19
No entiendo por qué me oprime el pecho. Soy un ser infeliz. Quizás un poco malagradecido. En verdad no, no soy ingrata. Es solo que ni mis bendiciones me hacen querer dar la batalla. Dicen que cuando uno lo tiene todo, debería sentirse a gusto. Quizás eso es lo que me pasa, que no tengo nada. Nada que me haga sentir que esto vale la pena. Hoy hice a alguien feliz, a alguien sufrir, a alguien gastar dinero. Besé, acaricié, aconsejé, brindé un café, dije te quieros. Y aquí estoy, a las tres de la mañana, como un enfermo de Covid-19, que no puede saborear nada.