Retórica Mental

Eres una galería de arte, con diferentes estaciones, como una obra de Dante. Me acerco sigilosa a apreciar tus encantos, me pierdo en los detalles fotográficos, en tu retrato en sepia. Te miro de reojo y al cruzar miradas, me cuentas toda tu historia: Tus batallas junto a Ulises, tus secretos compartidos. Solo vine a decirte que  a tu lado, me siento infinito.

Me siento como un pequeño dios que ha decidido ponerle fin a la vida. C'est fini, Adieu, Ciao. Ya esto se ha vuelto insoportable. Cronos, acaba conmigo o tendré que hacerme responsable. Estoy agotada de las nimiedades e incluso de lo grande. Todo me sabe a banalidad, decepción, rechazo. No quiero hablar del dolor que escondo y guardo, mucho menos del amor que me ha sanado.

No puedo explicar cuanto disfruto la melodía en tus carjacajadas. Sútil y equilibrada, como los granos de arena de un reloj sin prisa. Si supieras que para mí ya es suficiente con tu sonrisa,  pero tienes la habilidad de embellecerte más, tú misma. Quisiera describir lo perfumante de tu olor, pero no logro compararlo con nada válido. Que me embriago cuando estamos a solas, que eres la perfección hecha persona.