Retórica Mental

Agua embotellada, serotonina en pastillas. Esperanzas desechables, amigos de plástico. Realidad virtual o falsedad en 3D. Que vivimos en una burbuja, o simulamos que somos más que  un partido controlado, de ajedrez. Que ese sol que me quema, es la estrella que ilumina el universo que observan tus pupilas.

Es un crimen divisar tu boca sin comerla entera, dejarnos ir con la ganas repletas y el placer tronchado. Cocinar un banquete y  dormirse sin haber cenado. Absurdo es, encontrar un tesoro y dejarlo enterrado.

Porque aún en el paraíso, se juntan las nubes que anuncian la tormenta. Que los oasis también tienen piedras, que el idealismo, es tan solo eso: una quimera.

No quisiera hablar de ti...  Pero es inevitable. Me pregunto si eres un espejismo, un balneario, una torre o  arena movediza. No sé si es tu culpa o mía.  Tuya por robarme, mía por ser tan pretenciosa. Da igual, al final aquí estoy, con síndrome de abstinencia por abrazos, atrapada por encantos, aumentando en negativo. Sí, es tu culpa... Sí, también mía. Vaya, la culpa puede ser exquisita. Vaya, eras arena  movediza.